Efectos de las radiaciones ionizantes sobre el organismo humano

Cualquier radiación, por su propia naturaleza, puede ser dañina para la vida.Por ejemplo, una radiación solar excesiva puede causar efectos perjudiciales en la salud de las personas. Del mismo modo, las radiaciones emitidas por las sustancias radiactivas también pueden causar daños en los seres humanos provocando enfermedades como el cáncer, alteraciones genéticas e incluso la muerte de forma rápida.

Los daños producidos dependen de la naturaleza e intensidad de la radiación, del tiempo que se permanezca expuesto a ella, de las partes del cuerpo afectadas, y sobre todo, de la cantidad de radiación absorbida, es decir de la dosis de radiación.

Los efectos biológicos de las radiaciones ionizantes se clasifican, normalmente, atendiendo al momento en que aparecen. Así pues, se distingue entre efectos inmediatos o agudos y efectos tardíos.

Los efectos inmediatos son fáciles de identificar porque aparecen a las pocas horas o días tras la exposición a dosis elevadas de radiación. El más importante de estos efectos, contra el que debe protegerse a la población expuesta, es el de mortalidad prematura. La médula ósea es el órgano más sensible, después los genitales y los ojos. Así mismo, se debe tener en cuenta que son individuos especialmente sensibles a la radiación las mujeres embarazadas, los bebés y los niños.

Los efectos tardíos, son mucho más difíciles de identificar porque tardan mucho más tiempo en hacerse evidentes y no es fácil establecer causa-efecto. Incluyen una gran variedad de cánceres y alteraciones hereditarias que posiblemente no se manifiesten sino muchos años después de la exposición inicial.